¿Realidad Virtual? ¿VR? ¿Realiqué?
Al escucharlo muchos se quedan con la boca abierta y no acaban de entender a qué nos referimos.
Lo primero que se nos viene a la cabeza son las típicas imágenes de películas de Ciencia Ficción o la más cercana “Ready Player One” de Spielberg. Pero lo cierto es que lleva algunos años con nosotros y tiene todas las cartas para quedarse, imponerse y convertirse en una de las tecnologías del futuro en ámbitos tan amplios como la educación, la sanidad, el ocio, la arquitectura, el turismo o la investigación científica.
La realidad virtual no es más que un proceso por el cual mediante el uso de la tecnología informática recreamos un entorno en el que el usuario se sumerge rodeado de objetos y personas de apariencia real. Para esta inmersión se vale de unas gafas de realidad virtual y otros accesorios como guantes, auriculares, mandos e incluso trajes que son capaces de transmitir diferentes sensaciones hápticas.
En resumidas palabras: crear un mundo completamente artificial a nuestro gusto, en el que nosotros fijamos las reglas y ser capaces de generar una inmersión que permita a nuestro cerebro ser engañado para que piense que lo que vemos a través de nuestros ojos es real.
Lo primero que se nos viene a la cabeza son las típicas imágenes de películas de Ciencia Ficción o la más cercana “Ready Player One” de Spielberg. Pero lo cierto es que lleva algunos años con nosotros y tiene todas las cartas para quedarse, imponerse y convertirse en una de las tecnologías del futuro en ámbitos tan amplios como la educación, la sanidad, el ocio, la arquitectura, el turismo o la investigación científica.
¿Qué es la Realidad Virtual (VR)?
La realidad virtual no es más que un proceso por el cual mediante el uso de la tecnología informática recreamos un entorno en el que el usuario se sumerge rodeado de objetos y personas de apariencia real. Para esta inmersión se vale de unas gafas de realidad virtual y otros accesorios como guantes, auriculares, mandos e incluso trajes que son capaces de transmitir diferentes sensaciones hápticas.
En resumidas palabras: crear un mundo completamente artificial a nuestro gusto, en el que nosotros fijamos las reglas y ser capaces de generar una inmersión que permita a nuestro cerebro ser engañado para que piense que lo que vemos a través de nuestros ojos es real.
Historia de la Realidad Virtual
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, esta tecnología se fue desarrollando con proyectos más o menos acertados pero muy enfocados al ámbito profesional.
La primera incursión de la realidad virtual en el mundo de los videojuegos vino de la mano de Nintendo en 1987 con Famicom 3D System, a la que siguieron otros intentos de Sega y Nintendo a lo largo de la década de los 90, incluida la más que recordada Virtual Boy de Nintendo.
La verdadera revolución dio sus primeros golpes en 2012 cuando la empresa Oculus, especializada en RV anunció su primer modelo de gafas de Realidad Virtual, las Oculus Rift, a la que siguieron varios modelos para desarrolladores, todos destinados a funcionar con ordenadores.
En el año 2015 Oculus comenzó a vender su modelo para el gran público y entonces la revolución se desató. Al año siguiente, en 2016, HTC junto con Valve lanzaron sus propias gafas de Realidad Virtual, las HTC Vive, mientras Sony ponía a la venta su propio modelo destinado a funcionar en exclusiva con su PlayStation 4.
Desde 2016 hasta nuestros días esta tecnología no ha parado de crecer. Han aparecido nuevos modelos tanto de Oculus, compañía que despertó el interés de Facebook por lo que fue comprada, como de HTC, Samsung, HP, Nintendo, Lenovo e incluso de Sony, que tras el éxito de su primer modelo acaba de anunciar una nueva versión de sus lentes de realidad virtual con amplias mejoras para PlayStation 5.
